Ataque de pánico en chicos y adolescentes

Los chicos y adolescentes con ataque de pánico sufren episodios repetidos e inesperados de intenso terror, acompañado por palpitaciones rápidas (taquicardia) y falta de aire o sensación de ahogo. Los "ataques de pánico" duran desde algunos minutos hasta horas y se presentan, repentinamente, sin aviso previo.

El trastorno comienza frecuentemente durante la adolescencia, aunque también puede iniciarse durante la niñez y, a veces, lo padecen varios miembros de una misma familia.

Síntomas más comunes

·Terror intenso (presentimiento de que algo terrible va a ocurrir)
·Palpitaciones (latidos del corazón rápidos y fuertes, taquicardia)
·Mareos o vértigos
·Falta de aire
·Temblores o sacudidas
·Sensación de irrealidad
·Sensación de muerte inminente
·Ideas de pérdida del control o sensación de volverse loco.

Los ataques de pánico pueden alterar seriamente las relaciones sociales, el desempeño escolar y el desarrollo normal del niño o del adolescente.

Los niños que padecen trastorno de pánico pueden sentirse ansiosos la mayor parte del tiempo, incluso cuando no están sufriendo un ataque. Es común que comiencen a evitar ciertas situaciones porque temen que se desencadene un ataque de pánico y nadie pueda ayudarlos. Por ejemplo, pueden negarse a ir a la escuela o a separarse de sus padres.

En casos más severos, el niño o el adolescente puede tener miedo a salir de la casa. Este tipo de conducta se llama "agorafobia".

Algunos niños y adolescentes con trastornos de pánico pueden desarrollar una depresión mayor y debe considerarse el riesgo de suicidio.

Para reducir la ansiedad, algunos adolescentes con este tipo de trastorno pueden recurrir al alcohol o las drogas.

Diagnóstico

Es importante que un profesional pueda evaluar al niño, realizar el diagnóstico e implementar el tratamiento adecuado para evitar las complicaciones.

Los niños y adolescentes con ataques de pánico deben ser evaluados por el médico de familia o el pediatra.

El diagnóstico del trastorno de pánico suele ser muy difícil en los niños, por lo que pueden requerirse varias visitas al médico y, a veces, la realización de pruebas médicas costosas.

Una vez evaluado y diagnosticado, el trastorno de pánico suele responder bien al tratamiento.

Si no se encuentra una enfermedad o condición física que cause los síntomas, se debe recurrir a un psiquiatra de niños y adolescentes.

Tratamiento

Existen varios tratamientos eficaces.

Algunos medicamentos específicos pueden aliviar los ataques de pánico.

La psicoterapia también puede ayudar al niño y a la familia a aprender métodos para reducir el estrés o los conflictos que pueden ocasionar los ataques de pánico.

La "psicoterapia cognoscitiva" puede servir para que el niño implemente nuevas formas de controlar la ansiedad o los ataques de pánico.

Muchos niños y adolescentes con trastornos de pánico responden bien a la combinación de medicamentos y psicoterapia.

El tratamiento oportuno y adecuado puede prevenir las complicaciones del trastorno: agorafobia, depresión y abuso de substancias.

me pareció muy interesante el artículo ya que he padecido síntomas parecidos que me desconcertan y me provocan ansiedad y presentímiento de que algo va a ocurrir...