Dejar el alcohol. introducción

La atención primaria de salud ocupa un lugar privilegiado para intervenir sobre los problemas relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas. Por un lado, constituye el primer nivel asistencial de nuestro sistema sanitario, manteniendo un contacto permanente con la mayoría de la población que suele acudir en diversas ocasiones a los centros. Por otro, el conocimiento de los hábitos y los estilos de coda persona propicia la realización de actividades preventivas y de promoción de la salud dirigidas a la población atendida.

Se ha definido como consume excesivo aquella cantidad de alcohol que pueda comportar un riesgo para la salud. Las evidencias epidemiológicas sitúan el limite de riesgo en cifras equivalentes a 30-40 g/día para los varones y en 20-30 g/día para las mujeres.

La identificación del consumídor en etapas precoces disminuye el riesgo de daño hepático, posibilitando que las modificaciones conductuales sean más fáciles de alcanzar y mantener.

El consumo excesivo de alcohol está implicado en la etiología y/o desarrollo de numerosas enfermedades agudas y crónicas de carácter físico, psicológico y social. Algunas de estas enfermedades son:

síndrome de dependencia alcohólica (SDA).
enfermedades neurológicas.
enfermedades del aparato digestivo, cirrosis y pancreatitis.
enfermedades cardiovasculares.
cáncer.
accidentes y violencias.
síndrome alcohólico fetal

Estimaciones del Ministerio de Sanidad y Consumo (Dirección General de Salud Pública) sitúan en casi 14.000 las muertes anuales atribuibles al alcohol.

La elevada prevalencia del consumo de alcohol junta a los elevados costes sanitarios, económicos y sociales justifican suficientemente la actuación desde la atención primaria.

El objetivo de esta guía es facilitar al profesional unas ideas claras que permitan ayudar al paciente que bebe en exceso o que supera los limites de riesgo.

Encuentra más información en ¿Cómo dejar el alcohol?