Fuego en el pecho.

Pasa que nunca he comprendido realmente qué soy; fui un niño feliz, inteligente y -talvez- sobreprotegido; y en algún momento de mi adolescencia algo se cortó, algo desapareció, algo infinito que no sé qué es. Dejé de intentar de encontrarle un sentido a todo y me dejé estar, me aislé de todo, todo dejó de tener importancia, pero esto no me afectó. Cometí algunos errores con esto, abandoné el colegio estando a punto de terminarlo, hice sufrir a mis padres, y de a poco me fui deshaciendo: si tuve depresión en ese momento me queda en claro que yo mismo la inventé.
Luego siguió el tiempo, estuve casi 6 meses con medicamentos y estoy seguro de que no los necesitaba... Vino el otro año y me volví a intentar salir del colegio; tuve malas notas y sufrí (mucho) por amores imposibles. Me quedé quieto de nuevo, me aparte; en ese momento ya sabía que era bisexual y los hombres que me gustaban pasaban y pasaban y yo no podía hacer nada. Más allá de estas desilusiones, me fui volviendo a caer a un pozo de nada, nada. Me erguí de alguna forma y terminé el colegio (sufriendo bastante porque no quería irme y cambiar, no quería cambiar, que nada cambiara). Y entonces vino la gran debacle, como es de costumbre, me encerré en mi casa a simplemente existir, y a dejar que todo se fuera. Tanto encierro me provocó un círculo vicioso de ataques de pánico. Volví a las pastillas, y algó en mí cambio y se hizo urgente retomar la vida, renovarse, pero no lo conseguí. Sentía pánico por todo. El pánico me duró 4 años, y entonces apareció la angustia y desesperación.
Conocí esa desesperación desequilibrante, esa que corta la vida como cuchillo carnicero y que duele, duele sin tocarte, y es eterna, es un pozo sin fondo. Traté de remediarlo agónicamente, y salí, me fui, comencé a trabajar mucho, todo el día, 6 veces a la semana. Esto trajo algo de equilibrio, y esperanza. A pesar de eso, volvía la angustia esporádicamente. Pero todo ha vuelto a cambiar para mal, me echaron de mi trabajo, y tuve que vlver donde mis padres -para los que siento soy una carga- y de a poco he vuelto a reencontrarme con mi desesperación. Me gustaría estudiar, pero no tengo recursos ni trabajo, y desespera la idea de dejar pasar otro año más; me desespera la idea de volver a caer y sentirme atrapado. No sé por qué escribo esto, necesito consejos tal vez; no sé si ir a un psiquiatra y pedirle medicamentos o esperar a que vuelva a reencontrarme y pueda volver la esperanza. No se si necesito eso, sólo que a veces siento un dolor enorme, una desesperación perra que corta todo, y todo es dolor; y no veo salida.
Creo que debo tener un norte y fijarme objetivos, y pensar que aún hay tiempo; pero me da miedo la idea de perder el control y que todo sea desesperante. Sé que son sólo pensamientos... o talvez es la pena que sentí al perder mi trabajo, pero siento temor del invierno, el invierno se me hace muy angustiante.
¿Qué debería hacer? ¿Recurrir a pastillas o espera a que pueda solucionarlo por mi cuenta?