Registrarse

Infección de estreptococo del grupo B

Sección dedicada a la etapa del embarazo donde podrás compartir tus dudas y encontrar consejos y las preguntas más frecuentes.

Estás viendo el tema: Infección de estreptococo del grupo B" en nuestra comunidad de Saludisima

para participar en nuestra comunidad y obtener todas las ventajas!
Mensajes: 133
Registrado: 23 Feb 2010

Infección de estreptococo del grupo B

Nota 23 Feb 2010

La infección de estreptococo del grupo B (GBS: Group B Streptococcus) es una infección bacteriana que provoca que 2 de cada 1.000 bebés nacidos en los EE.UU. se enfermen o mueran. No debe ser confundida con el estreptococo del grupo A, que por lo general causa infección y dolor en la garganta y, en raras ocasiones, la destrucción mortal de los tejidos. Entre el 10 y el 30 por ciento de las mujeres embarazadas llevan la bacteria del GBS en la vagina o el recto, pero son muy pocos los bebés de estas mujeres que llegan a padecer una infección.

Los doctores están avanzando en su afán de prevenir la infección de GBS en recién nacidos. En 1996, tanto el Center for Disease Control and Prevention (CDC) como el American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) establecieron pautas para la identificación y el tratamiento de las mujeres que corren el riesgo de transmitir GBS a sus bebés. Por lo general, las mujeres que reciben este tratamiento consiguen prevenir la infección de sus bebés.

¿Puede una mujer embarazada contraer GBS?

Cualquiera puede tener GBS, pero pocos se enferman por su causa. Esta bacteria reside en el sistema gastrointestinal, juntamente con muchas otras bacterias que son inofensivas para la mayoría de la gente. El GBS causa enfermedades principalmente en mujeres embarazadas y sus bebés, y a veces en adultos y ancianos que tienen otras enfermedades como cáncer y diabetes.

¿Cómo adquiere un bebé la infección de GBS?

Los bebés pueden sufrir dos tipos diferentes de infección de GBS, la infección temprana y la más tardía. Los bebés con infección temprana desarrollan síntomas antes de los siete días de edad, generalmente antes de cumplir las seis horas de vida. Aquellos que padecen de infección tardía presentan sus síntomas entre los siete días y los tres meses de edad.

Alrededor del 80 por ciento de todas las infecciones de GBS en recién nacidos son de tipo temprano. Éstas son casi siempre transmitidas de la madre al bebé durante las horas del parto y el alumbramiento. Las infecciones tardías pueden ser contraídas durante el alumbramiento o ser producidas por otras causas después del mismo, como cuando el personal del hospital o los miembros de la familia no se lavan bien las manos antes de alzar al bebé.

Cuando una mujer tiene la bacteria GBS en la vagina o el recto a la hora del parto y del alumbramiento, existe una probabilidad de una en 200 de que su bebé contraiga la infección de GBS. El riesgo alcanza el 4 por ciento cuando la mujer, además de tener la bacteria, desarrolla ciertos factores de riesgo, como: el parto prematuro (antes de las 37 semanas de gestación), la ruptura prematura de las membranas, la ruptura prolongada de las membranas (más de 18 horas sin dar a luz al bebé), o fiebre (100.4 F o más) durante el parto. Los doctores creen que los bebés contraen la infección de GBS porque incorporan la bacteria a su cuerpo por ejemplo, ingiriendo fluidos vaginales que contienen GBS durante el parto y el alumbramiento. Entre el 30 y el 70 por ciento de los bebés de madres que llevan el GBS en la vagina o el recto nacen con la bacteria en la piel pero la mayoría de ellos no presenta la enfermedad.

¿Qué tipo de síntomas produce la infección de GBS en el recién nacido?

Los bebés con infección temprana padecen una o más de las siguientes condiciones: neumonía, sepsis (infección de la sangre) o meningitis (infección de las membranas que envuelven al cerebro). En los bebés con infección tardía es más probable que la enfermedad principal sea la meningitis.

A pesar de recibir tratamiento con antibióticos, aproximadamente el 6 por ciento de los bebés con GBS no sobreviven. De los que sobreviven, alrededor del 90 por ciento no enferman de meningitis y se desarrollan normalmente. Entre el 15 y el 30 por ciento de los bebés que contraen meningitis padece daños neurológicos perdurables como parálisis cerebral, pérdida de la vista o la audición y/o retraso mental.

¿Cómo puede prevenirse la infección de GBS en los recién nacidos?

Según las pautas de la CDC y de la ACOG, hay dos métodos mediante los cuales es posible prevenir la mayoría (hasta un 86 por ciento) de los casos de infecciones tempranas en recién nacidos. Por lo general, estos métodos no ayudan a prevenir las infecciones tardías. Ambos suponen el tratamiento de ciertas mujeres con antibióticos por vía intravenosa durante el parto y el alumbramiento.

Habitualmente, se utiliza penicilina o ampicilina (penicilina semisintética), pero puede utilizarse clindamicina o eritromicina si la madre es alérgica a la penicilina. Se considera que ninguno de estos antibióticos es peligroso para la madre o para el bebé, pero existe una preocupación sobre las reacciones alérgicas que pueden producir. Los estudios realizados hasta ahora sugieren que entre el 1 y el 10 por ciento de las mujeres tratadas con penicilina desarrollan una ligera reacción alérgica (generalmente una erupción) y que una de cada 10.000 sufre una reacción alérgica grave (shock anafiláctico), que requiere ser tratada rápidamente y que, en raras ocasiones, puede ser fatal.

El primer método de prevención consiste en tomar una muestra de los fluidos vaginal y rectal entre las semanas 35 y 37 del embarazo. Esta muestra se envía a un laboratorio para la realización de un cultivo para comprobar la presencia del GBS. El resultado se conoce entre las 24 y las 48 horas transcurridas. Cuando se descubre que una mujer lleva la bacteria GBS, se la trata con antibióticos por vía intravenosa durante el parto y el alumbramiento. No se recomienda la administración de antibióticos por vía oral antes del parto, ya que no previenen eficazmente la infección de GBS en el bebé. Algunos estudios demuestran que entre el 20 y el 70 por ciento de las mujeres tratadas con antibióticos por vía oral durante el último trimestre de embarazo, todavía llevaban la bacteria al llegar la hora del parto.

Cuando una mujer comienza a dar a luz antes de conocerse los resultados de este cultivo o antes de que se le tomen las muestras de líquido, es recomendable administrarle un antibiótico durante el parto y el alumbramiento. Cuando a una mujer embarazada se le desprenden las membranas prematuramente antes de cumplirse las 37 semanas de gestación, su médico procederá a comprobar la presencia de GBS. Si el parto comienza antes de obtenerse los resultados (24 a 48 horas), se recomienda la administración de antibióticos vía intravenosa. Sin embargo, si el parto no comienza inmediatamente, el doctor puede, bien comenzar con el tratamiento antibiótico y suspenderlo si los resultados son negativos, o bien postergarlo hasta confirmar la presencia de la bacteria o hasta que comience el parto (se considera que ambos métodos son eficaces).

Hasta hace poco, los especialistas de la salud procedían a comprobar la presencia de GBS entre las 26 y 28 semanas de gestación. Si bien este método ha contribuido a prevenir la infección de GBS en muchos recién nacidos, el CDC y el ACOG creen que la realización del cultivo entre las semanas 35 y 37 de gestación resulta más precisa en la detección de mujeres que llevan el GBS a la hora del parto. Como la bacteria del GBS puede aparecer y desaparecer, la realización de la prueba a las 26 o 28 semanas de embarazo puede resultar imprecisa, ya que el 7 por ciento de las mujeres que llevan la bacteria a la hora del nacimiento obtienen resultados negativos en la prueba. Según el CDC, casi todas la mujeres que llevan la bacteria entre las semanas 35 y 37 de gestación todavía la tendrán a la hora del parto.

El segundo método consiste en el tratamiento exclusivo de aquellas mujeres que desarrollan factores de riesgo que incrementan su probabilidad de transmitir la bacteria GBS a sus bebés. Los profesionales que recomiendan este método tratan a las embarazadas con antibióticos por vía intravenosa durante el parto solamente cuando ocurren los siguientes factores de alto riesgo:

- Parto prematuro (antes de cumplidas las 37 semanas de gestación).
- Ruptura prematura de las membranas (antes de cumplidas las 37 semanas de gestación).
- Ruptura prolongada de las membranas (más de 18 horas sin alumbrar el bebé, a cualquier edad de gestación).
- Fiebre (100,4 F. o más) durante el parto

En ambos métodos se recomienda que todas las mujeres que ya han dado a luz un bebé con una infección de GBS sean tratadas con antibióticos vía intravenosa durante el parto. También se recomienda el tratamiento antibiótico para todas las mujeres que, durante el embarazo, hayan padecido una infección de las vías urinarias provocada por el GBS.

Toda mujer embarazada debe hablar con su profesional de la salud acerca de los métodos de prevención de infección de GBS en el recién nacido. Los dos métodos descritos arriba contribuirán a prevenir la infección de GBS en un bebé. Es necesario realizar más estudios para determinar si uno de los dos es más eficaz que el otro.

¿Puede el GBS provocar complicaciones para la madre, que no tengan que ver con la infección del recién nacido?

El GBS puede causar la infección del útero antes del parto o después de él. Por lo general, cuando una mujer padece esta infección antes del parto no presenta síntomas y por lo tanto no recibe tratamiento alguno. Esta infección puede incrementar el riesgo de ruptura prematura de las membranas (antes de las 37 semanas de gestación) y de parto prematuro. Después del alumbramiento, los síntomas de una infección uterina son fiebre, dolores abdominales y pulso rápido. Al administrarse un tratamiento con antibióticos, por lo general se consigue aplacar tales infecciones en pocos días.

El GBS también puede provocar la infección de las vías urinarias, que debe ser tratada con antibióticos durante el embarazo. Los síntomas de infección de las vías urinarias son fiebre y dolor con quemazón al orinar. Las mujeres con una infección de las vías urinarias causada por GBS también deben ser tratadas con antibióticos intravenosos durante el parto, ya que es probable que sus cuerpos tengan niveles elevados de la bacteria.

¿Qué investigaciones se están realizando para prevenir las infecciones de GBS en los recién nacidos?

Los investigadores continúan estudiando cuál de los métodos recomendados puede resultar más eficaz en la prevención del GBS en los recién nacidos. También se están tratando de esclarecer los riesgos que estos métodos suponen, tal como las reacciones alérgicas a los antibióticos por parte de la madre o del bebé.

Los National Institutes of Health del gobierno y March of Dimes Birth Defects Foundation han prestado apoyo a la investigación en favor del desarrollo de una vacuna, que podría administrarse a la madre embarazada para prevenir la infección de GBS en las madres y sus bebés. En la actualidad, se están realizando experimentos con varias de estas vacunas. Los investigadores también se proponen desarrollar pruebas de análisis rápidos y de alta precisión que puedan realizarse durante el parto. Si bien ya existen pruebas de realización rápida, éstas sólo detectan alrededor del 40 por ciento de los casos, por lo que todavía no son demasiado útiles en la identificación de las mujeres que deben recibir tratamiento con antibióticos durante el parto. Cuando esta vacuna esté disponible, las pruebas rápidas y precisas, permitirán que el equipo de profesionales de la salud sólo administre tratamientos antibióticos a aquellas mujeres que verdaderamente lo necesiten. Entre ellas se encuentran las mujeres que tienen parto prematuro, para quienes la realización de un cultivo no resulta útil debido al tiempo requerido para la obtención de resultados.

¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 4 invitados