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Los minerales en los niños y los adolescentes

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Los minerales en los niños y los adolescentes

Nota 06 Feb 2010

Aquí encontrarás una guía para darle a tus hijos adolescentes los alimentos adecuados que promuevan su sano crecimiento

El balance de los iones minerales en los fluidos corporales regula el metabolismo de diversas enzimas, mantiene el equilibrio ácido-base, y la presión osmótica, también facilita la transferencia en la membrana de compuestos esenciales y mantiene la irritabilidad muscular y nerviosa.

Aún, en algunos casos, los iones minerales forman parte de los elementos que constituyen los tejidos del organismo. De una forma indirecta, varios minerales están relacionados, también, con el proceso de crecimiento.

Calcio: es el mineral que más abunda en el organismo. Un hombre adulto posee cerca de 1200 gramos en su cuerpo, y una mujer, casi 1000 gramos. El calcio representa cerca del 1 o 2% del peso corporal, y el 39% de los minerales totales presentes. El 99% se encuentra en los tejidos duros como huesos y dientes, y el resto se encuentra en la sangre, en los fluidos extracelulares y dentro de las células de los tejidos blandos, donde regula diversas funciones metabólicas importantes. También, actúa en el crecimiento, gestación, lactación, construcción y mantenimiento de los huesos y dientes, en la formación de coágulos, en el transporte en las membranas celulares, en la transmisión nerviosa y en la regulación de las batidas cardíacas. Sus fuentes son la leche y sus derivados, las sardinas, los mariscos, las ostras, el repollo, las hojas de nabo y de brócolis.

Fósforo: es uno de los componentes de todas las células y de compuestos muy importantes, tales como el DNA, RNA, ATP (compuestos altamente energéticos), así como también hace parte de muchos elementos llave en la estructura de las membranas celulares. El fósforo es también muy importante para la regulación del pH. Sus fuentes son los quesos, la yema de huevo, la leche, las carnes, los pescados, las aves, los cereales de trigo integral, algunas legumbres y vegetales y las castañas.

Magnesio: actúa como activador de varias enzimas y ejerce influencia en casi todos los procesos orgánicos. Sus fuentes son los cereales de trigo integral, las castañas, la carne, la leche, los vegetales de hojas verde oscuro y algunas legumbres.

Sodio: regula la presión osmótica, el pH y el volumen de los líquidos corporales. Sus fuentes son la sal común de cocina, los frutos de mar, los alimentos de origen animal, tal como leche y huevos. Su concentración es abundante en la mayoría de los alimentos, excepto en las frutas.

Cloro: funciona como activador de enzimas y compone el ácido clorhídrico gástrico. Sus fuentes son la sal común de cocina, los frutos de mar, la leche, la carne y los huevos.

Potasio: actúa en la regulación del pH y de la presión osmótica, así como también en la transferencia por la membrana celular. Es necesario para el metabolismo de los hidratos de carbono y de las proteínas. Sus fuentes son las frutas, la leche, las carnes, los cereales, y los vegetales.

Hierro: es uno de los componentes de la hemoglobina y de la mioglobina, muy importante en la transferencia del oxígeno. Sus fuentes son el hígado, las carnes, la yema de huevo, los granos integrales, los vegetales de hojas verde oscuro, los camarones y las ostras.

Zinc: es parte integrante de varias enzimas y en la insulina, es muy importante en el metabolismo de los ácidos nucleicos (DNA y RNA). Sus fuentes son el hígado, la leche, los moluscos y el arenque.

Cobre: es parte integrante de varias enzimas y substancias en la sangre. Sus fuentes son el hígado, los moluscos, los granos integrales, los cereales, las legumbres, el chocolate y las castañas.

Iodo: es parte integrante de la tiroxina (sustancia que actúa en el control de reacciones que envuelven energía nuclear), y de compuestos relacionados sintetizados por la glándula tiroides.

Manganeso: es parte integrante se sistemas enzimáticos esenciales, abunda en los mitocondrias (responsables por la respiración celular) de las células hepáticas. Sus fuentes son las hojas de remolacha, las moras, los granos integrales, las castañas y las frutas.

Flúor: previene la incidencia de caries y ayuda a disminuir la pérdida ósea. Sus fuentes son el agua potable, el café, el arroz, la soja, la espinaca, la gelatina, la cebolla y la lechuga.

Cobalto: es esencial para el normal funcionamiento de todas las células, especialmente las de la médula ósea y sistemas nervioso y gastrointestinal. Sus fuentes son el hígado, los riñones, las ostras, los mariscos, las aves y la leche.

Cromo: está asociado al metabolismo de la glucosa. Sus fuentes son el aceite de maíz, los mariscos, los cereales de trigo integral, las carnes y el agua potable.

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