La primera vez (relación sexual)

En otras culturas como en la africana un cierto número de ceremonias marcan el paso de la adolescencia al mundo de los adultos. En nuestras sociedades occidentales no existe nada similar en la actualidad. Si bien la primera menstruación de la mujer y la primera eyaculación del varón son puntos de partida de su maduración fisiológica, no los ubican en el estatuto de mujer o de hombre al que aspiran.

Las primeras relaciones sexuales continúan siendo una especie de rito de iniciación, una etapa simbólica para acceder a la vida adulta. Es un momento de intensa emoción, temido y deseado al mismo tiempo, en el cual entran en juego incertidumbres, fantasías, y angustias.

Paralelamente a la precocidad de la pubertad, al desarrollo de la convivencia entre chicas y chicos y a la extensión de la anticoncepción, la media de edad de todas las primeras relaciones ha descendido alrededor de 2 años con respecto a la generación anterior. Casi todas los investigaciones publicadas sobre este tema ubican la edad de esa primera vez alrededor de los 17-18 años tanto en las mujeres como en los varones.

El varón y la mujer buscan en su primera experiencia sexual, cada uno a su manera, un medio de confirmar su normalidad ajustándose a los otros, de revalorizarse, de afirmar su poder de seducción y su autonomía con respecto a la familia. Pero esta primera experiencia sexual no reviste el mismo significado para un chico que para una chica: el varón al margen de la urgencia de su deseo - que alcanza el máximo de intensidad a los 17 años - siente ante todo la necesidad de probar su virilidad. La mujer sólo excepcionalmente responde a la presión de su deseo sexual; en las tres cuartas partes de los casos tiene su primera experiencia más por amor hacia su pareja y por miedo a perderla si se niega.

Por otra parte, las primeras relaciones sexuales se viven de forma diferente según el sexo. Al varón le aportan además de un placer inmediato, una enorme satisfacción narcisista, mientras que para la mujer suponen un placer más moderado, más afectivo que sensual. En ocasiones están impregnadas de tal carga emocional que pueden influir en la evolución afectiva y sexual de la muchacha, pudiendo depender de su fracaso o de su éxito gran parte de su placer posterior.

La falta de madurez psicoafectiva, la inestabilidad emocional y la ausencia de una adecuada educación sexual exponen muchas veces a los jóvenes al riesgo de fracasos sexuales o a profundas desilusiones. En nuestros consultorios constatamos que la gente joven no sabe demasiado sobre sexualidad: más de la mitad ignora todas las enfermedades transmisibles sexualmente, más de un tercio desconoce la anticoncepción y la mayor parte únicamente tiene un conocimiento rudimentario (a veces incluso erróneo) de la anatomía y de la fisiología femenina y masculina.

Pero es inobjetable la importancia de esa primera experiencia sexual. Hasta entonces las fantasías y expectativas sexuales con respecto al otro sólo se canalizan a través de un beso y de algún otro roce en alguna parte del cuerpo. Esta situación genera inevitablemente ansiedad que en el fondo no es otra cosa que el miedo a lo desconocido, a aquello de lo que se ha hablado y oído hablar de manera poco clara y, en general, clandestina.

La pareja se encuentra frente a una situación nueva y seguramente aparecerán algunas resistencias, por ejemplo desnudarse, en el doble sentido de esta expresión. Es importante que previamente hayan elegido el lugar en el cual tendrán su primera relación sexual. Una vez que estén allí no hagan nada que no sientan. Si la ansiedad es muy intensa, las cosas pueden fracasar, de ahí que no vale la pena imponerse metas muy exigentes. Es mejor comenzar de a poco, siendo muy importante que el varón trate a la mujer con delicadeza, buen trato, ternura y suavidad para que ese primer encuentro sea verdaderamente inolvidable. Es bien importante haber acordado previamente acerca del uso del preservativo y quizá de algún otro método anticonceptivo por parte de la mujer.

Y qué preguntas se puede hacer una mujer sobre sí misma:

¿Cuándo se puede decir que una mujer es virgen? Se nota?
¿Es dolorosa la "desfloración"?
¿Por qué se sangra la primera vez que se hace el amor?
¿Hay algún medio para evitar el dolor y la sangre durante el primer coito?
¿Cómo se da cuenta un hombre que una mujer siente deseo sexual?
¿Hay muchas chicas que sientan un orgasmo la primera vez que hacen el amor?

Y las preguntas que se puede hacer sobre él?:

¿Qué es la erección?
¿Qué es el esperma?
¿Qué es la eyaculación?
¿Es importante el tamaño del pene?
¿Puede suceder que a un chico le cueste trabajo penetrar a una chica?
¿Un hombre puede hacer el amor varias veces seguidas?

Pero mas allá de todas las preguntas, de la edad de inicio sugerida por diferentes investigaciones o del ejemplo de las amigas más próximas, sabemos que en este terreno no existen normas. Sólo cuenta la madurez y la fuerza de los sentimientos hacia una persona. Por eso, para que esa primera vez sea lo más exitosa posible e imborrable, cuando se tiene la misma edad y se comparte la misma inexperiencia, lo mejor es elegir a alguien a quien se quiera y se conozca bien. Emprender juntos el camino de la sexualidad puede llegar a ser una de las travesías más maravillosas o mas agobiantes. Una primera vez sin afecto recíproco tiene muchas posibilidades de ser un fracaso, pues sólo el amor permite la ternura que hace olvidar la torpeza de los gestos y presta a la relación amorosa una cierta duración, la única que garantiza la plenitud posterior.

Licenciada Diana Resnicoff

quisiera saber si en una relacion sexual tanto mujer como hombre deben usar condon o es suficinte con que solo uno lo utilice